La Basílica de San Clemente in Laterano es una de las iglesias más bonitas de Roma. Está dedicada a Clemente I, tercer Papa después de San Pedro.
Historia
Las excavaciones del siglo XIX permitieron descubrir, bajo la basílica actual, una iglesia mucho más antigua que le sirve de cimiento, de la cual se había perdido noticia.
Y por debajo de ésta, un viejo Mitreo y otros edificios del siglo I que fundamentan toda la estructura.
La Basílica
En esta Basílica se superponen tres templos, tres estados diferentes de una misma fé en distintas épocas y que ahora pueden ser visitados enteramente.
La fachada del edificio se puede ver desde la calle y es el siglo XVIII, en una capilla interior está la tumba de San Cirilio, creador del alfabeto usado por numerosas lenguas eslavas como el ruso.
Lo primero que nos encontramos es la Basílica San Clemente Romano que está dedicada a la figura de San Clemente I Papa (88-97 d.C.), la iglesia fue fundada poco antes del 385 d.C. sobre edificios romanos.
Sede de concilios en los años 417 y 499 que ha sufrido varias restauraciones en los siglos VIII y IX, antes de ser destruida por el saqueo de 1084. Más tarde el papa Pascual II (1099-1118), que había sido cardenal de San Clemente antes de su subida al pontificado, ordenó la construcción de una nueva basílica sobre la antigua.
Carlo Fontana llevó a cabo varias remodelaciones entre 1715 y 1719. Y la sorpresa de la Basílica paleocristina no sería descubierta hasta casi 150 años más tarde por unos dominicos irlandeses que actualmente continúan administrando el templo.
Descendiendo unas escaleras visitamos la basílica anterior procedente del siglo V. Pero aún más importante es el paso siguiente cuando es posible descender más aún en el tiempo y en el espacio: Inmediatamente debajo existen los restos de un templo pagano del siglo II dedicado al dios Mitra.