Cada visita Roma para mi es una visita a Regoli Pasticceria. Me encanta hacer una visita a este lugar y lo recomiendo a todos los que me escriben para pedir donde desayunar en la ciudad.
Actualmente día a día hay más cadenas nuevas de cafés y realmente son muy parecidas unas con otras, por eso es importante que sitios como Regoli sigan abiertos.
Ellos son toda una institución de la ciudad, ya que funciona desde 1916 cuando los abuelos del actual propietario se mudaron a Roma desde la Toscana.
Poco a poco pasaron de las ventas de carbón a los servicios de comida y hoy la pastelería es una de las pocas tiendas tradicionales de calidad que quedan en Roma.
Se trata de un sitio pequeño, pero muy bien atendido, ya que la mayoría del personal es la propia familia propietaria del lugar.
No hay mesas dentro, así que hay comer parados, o irnos con nuestra compra a alguna plaza.